Comidas Típicas
El Cassoulet
Probablemente no es el plato más ligero que pueda probar en Francia. Este plato, originario de Laguedoc-Roussillon, está compuesto de alubias blancas, muslos de pato y carne de cerdo (bajo diferentes formas). Las familias de campesinos lo han consumido durante siglos. Hoy, los franceses lo cocinan para las reuniones familiares.
Foie Gras
Está presente en todas las mesas durante las fiestas de fin de año. Incluso si la gente asocia esta especialidad a Francia, la tradición de la cebadura de ocas ya existía en la Antigüedad. La mejor manera de degustarlo es sobre un pan brioche con un poco de mermelada de higos.
Pollo a la Vasca
Caracoles con mantequilla y perejil
Subamos hasta Borgoña para descubrir otra receta francesa poco común, la de los caracoles con mantequilla y perejil, comúnmente llamados «caracoles borgoñeses». Se cocinan, como lo indica su nombre, con una crema de mantequilla y perejil, y se presentan en sus conchas, degustándose con un pincho para caracoles.
La Mouclade de Charente
La zona de La Rochelle y de la Isla de Ré se llena de turistas en cuanto vuelven las temperaturas cálidas. Los numerosos visitantes, encantados por las especialidades culinarias de la región, reproducen en sus casas esta receta tan sabrosa. Los mejillones de Bouchot (una raza tan poco común como apreciada) se cocinan con chalotas, dientes de ajo, ramilletes de hierbas, especias, huevos, nata y sobre todo, con Pineau de Charente (un alcohol de la región).
Crepes bretones
Las creperías bretonas, debido a un entusiasmo goloso, están presentes casi por toda Francia. ¿Qué se cocina allí? La respuesta es una crepe salada, realizada con harina de sarraceno, que le da un color agrisado. Incluso si los rellenos tradicionales son jamón/queso/huevo y Andouille/cebolla, su variedad se han ampliado a lo largo del tiempo y son cada vez más novedosos. Si está en París, ¡las mejores creperías de la capital se encuentran en el barrio de la Torre de Montparnasse!
Carbonada Flamenca
Encontrará una amplia variedad de cervezas en el norte de Francia. La cercanía de Bélgica ha inspirado a las amas de casa que cocinan desde hace generaciones la Carbonada Flamenca. Se trata de un plato de carne de res, cocinado a fuego lento en cerveza rubia y plantas aromáticas. Al final de la cocción se añade un poco de pan de especias tradicional con mostaza para dar todavía más sabor a este plato dulce y salado.
La quiche Lorraine
Raclette y Fondue Saboyana
Gratén Delfinés
En la región de Grenoble, otro plato invernal se ha vuelvo realmente ineludible. Es el Gratén Delfinés. Tradicionalmente, se compone de patatas cocidas en rodajas, nata fresca, leche y nuez moscada. No se añade ningún queso a la receta original, pero es posible que el plato que le sirvan sí lleve un toque. Esta receta gusta tanto que cada casa tiene su propia versión.